Esta depresión es como una copia carbón de todas las demás depresiones que tuve.
Me niego a ser así de patética. Soy jodidamente genial como para estar quejándome de todo.
Acabo de tener una gran revelación: soy adicta a ciertas emociones como la nostalgia, como buscar a la webona esa cuando me deprimo e imaginar miles de formas de cómo hablarle. No lo puedo hacer. Ella es mi heroína, la peor droga de todas, tan seductora a la vez. No puedo fingir lo bajo que caigo cuando pienso en ti. No mereces nada de mi. Sin embargo, soy incapaz de perderte o de perdonarte. De momento tengo que entrar a rehabilitación para alejarme de ti.
Me rehúso a poner una vez más el cuerpo por otros.
Vuelvo a escribir, pero esta vez estoy más fuerte para enfrentarte, depresión de mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario